En Sevilla, encontrar una vivienda se ha convertido en una auténtica odisea, especialmente para quienes perciben un salario medio o bajo. Alquilar un piso es cada vez más caro y complicado, pero la opción de comprar es aún más inasequible. La situación actual del mercado inmobiliario ha generado un fenómeno preocupante en el que los precios del alquiler alcanzan máximos históricos, mientras la oferta sigue siendo escasa. En este contexto, los inversores han irrumpido con fuerza, adquiriendo propiedades para alquiler ante una demanda creciente.
Alquiler en Sevilla: precios al límite
El pasado mes de julio, el precio del alquiler en Sevilla alcanzó un nuevo récord. Según el portal Idealista, el coste por metro cuadrado se situó en 11,7 euros, un incremento que refleja la tendencia ascendente de los últimos años. Aunque en agosto el precio descendió ligeramente a 11,6 euros por metro cuadrado, sigue siendo una cifra elevada para los bolsillos de la mayoría de los sevillanos. Prácticamente todos los barrios de la ciudad, excepto Bellavista, han llegado a sus picos históricos entre febrero y julio de este año.
Miguel Trujillo, gerente de Fomentto Inmobiliaria, resume la situación: «Llevo 20 años en el sector y antes el alquiler no estaba tan en auge como ahora». Este aumento, coincide Antonio Segura, presidente de Alianza Sevilla, ha sido «brutal en los últimos dos o tres años». Para Trujillo, la dificultad para acceder a la vivienda es particularmente notable entre los jóvenes, quienes «necesitan avalista para obtener una hipoteca y muchas veces recurren a la ayuda familiar». Además, añade que «tampoco suelen saber dónde van a vivir definitivamente, por lo que se mueven por alquiler».
Los jóvenes, los más afectados por la crisis del alquiler
El 85% de los agentes inmobiliarios encuestados por Alianza Sevilla coincide en que los jóvenes sevillanos enfrentan crecientes dificultades para comprar una vivienda. Este fenómeno se acentúa especialmente para aquellos con ingresos inferiores a 2.000 euros al mes, según explica Segura. Ante esta situación, el alquiler se ha convertido en la única opción viable para muchos, especialmente en un mercado donde la oferta es limitada y la demanda sigue aumentando.
El aumento del alquiler no es un fenómeno exclusivo de Sevilla, sino que se extiende a nivel nacional y autonómico. Según un estudio de Fotocasa, el precio acumulativo de la vivienda en alquiler en Andalucía ha subido un 78% en la última década, con un incremento del 33% en los últimos cinco años. La media del alquiler en la región ha pasado de 468 euros a 832 euros en diez años, un encarecimiento sin precedentes.
Los inversores, protagonistas del mercado inmobiliario sevillano
Con la compra de viviendas fuera del alcance de muchas familias y jóvenes, los inversores han encontrado una oportunidad en Sevilla. Estos compradores, que representan aproximadamente el 33% del total en la ciudad, buscan propiedades para alquilar debido a la alta demanda y la baja oferta existente. «Están comprando muchísimo, en todos los barrios de Sevilla», afirma Trujillo. Esta tendencia se observa en diferentes zonas de la ciudad, aunque es más notoria en el centro que en la periferia.
Los inversores se han adelantado a las familias, que suelen dilatar la decisión de compra en busca de la vivienda definitiva. En contraste, los inversores actúan con rapidez, aprovechando la situación para adquirir propiedades y beneficiarse del mercado de alquiler. «En el centro hay más actividad que en la periferia», comenta Antonio Segura, quien añade que aunque solo el 20% de los agentes inmobiliarios considera a los inversores como mayoría, su presencia sigue en aumento.
Alquileres disparados en zonas demandadas
El encarecimiento del alquiler afecta tanto a jóvenes trabajadores como a estudiantes universitarios. Las zonas más solicitadas por los universitarios, como Los Remedios, Santa Justa, Nervión, Prado de San Sebastián, Triana y la Macarena, han experimentado subidas en el último año que oscilan entre el 5% y el 8%. Estas áreas, que combinan la proximidad a los centros educativos y la oferta de servicios, se han convertido en focos de interés para inversores y propietarios que buscan maximizar la rentabilidad de sus inmuebles.
En términos generales, los sevillanos destinan hasta un 41% de su sueldo bruto al pago del alquiler, superando la media andaluza, de acuerdo con el informe «Relación de salarios y vivienda en alquiler en 2023», basado en datos de InfoJobs y el Índice Inmobiliario Fotocasa.
Poco impacto del comprador extranjero
Contrario a lo que podría pensarse, el comprador extranjero no tiene una gran presencia en el mercado inmobiliario sevillano. Según Trujillo, representan «un porcentaje prácticamente despreciable», y suelen ser personas que ya residen en Sevilla y desean pasar del alquiler a la propiedad o buscan una segunda vivienda. También hay un pequeño grupo de «nómadas digitales», jóvenes que trabajan a distancia y pasan temporadas en la ciudad, así como inversores extranjeros interesados en operaciones de compraventa, pero estos representan menos del 7% del total de compradores.
Una solución lejana y compleja
La realidad del mercado inmobiliario sevillano refleja un panorama desalentador para muchos ciudadanos que buscan un hogar, ya sea en propiedad o en alquiler. Los altos precios, la escasa oferta y el incremento de la demanda, sumados al protagonismo de los inversores, han configurado un escenario en el que acceder a una vivienda resulta cada vez más complicado para quienes tienen ingresos bajos o medios. Mientras tanto, el alquiler se presenta como una opción cada vez más cara, alejando la posibilidad de un techo propio para muchos sevillanos.
